Todos los que hemos hecho una dieta sabemos que, más allá de la voluntad que tengamos de seguirla fielmente, hay días buenos y hay días malos. Aquí te damos unos consejos para superar esos días malos.
1. Piensa en tu estómago y en cuánto se necesita realmente para llenarlo. Puedes comer de más, pero ¿lo necesitas realmente?
2. Ponte a pensar por dos segundos si realmente vale la pena que por un minuto de sentir un sabor agradable, desperdicies todo el esfuerzo realizado hasta el momento.
3. Si los malos días y la desesperación son continuos, tal vez sea una buena idea revisar tu plan de comidas, ya que, evidentemente, no se ajusta a tus gustos y necesidades. Prueba agregando comidas que te gusten más.
4. Un día de premio puede no ser una mala idea. Esto es, un día en el que puedas comer algo que realmente te guste y que esté fuera del plan alimenticio de todos los días. Pero recuerda que es sólo un día!
5. La dieta no debe ser lo más importante de tu vida. Trata de encontrar otras cosas en las que puedas enfocar tu mente, que te permitan olvidar un poco el esfuerzo que estás haciendo y, principalmente, de cómo romperlo.
6. Muchas veces, cuando aparecen estos sentimientos de desesperación, es porque se acerca una gran pérdida de peso, es porque pronto notarás realmente en la balanza el fruto de tu trabajo. Por supuesto, esto no sucederá si te dejas dominar por la desesperación, así que debes mentalizarte en evitarla cueste lo que cueste, ya que puede ser tan sólo el preludio de un gran triunfo.
Una vez que has superado el mal día, tanto si fallas un poco como si pudiste mantenerte firme, debes continuar con tu dieta, ponerte nuevamente en carrera, y no permitir que un desliz arruine todo tu trabajo.
1. Piensa en tu estómago y en cuánto se necesita realmente para llenarlo. Puedes comer de más, pero ¿lo necesitas realmente?
2. Ponte a pensar por dos segundos si realmente vale la pena que por un minuto de sentir un sabor agradable, desperdicies todo el esfuerzo realizado hasta el momento.
3. Si los malos días y la desesperación son continuos, tal vez sea una buena idea revisar tu plan de comidas, ya que, evidentemente, no se ajusta a tus gustos y necesidades. Prueba agregando comidas que te gusten más.
4. Un día de premio puede no ser una mala idea. Esto es, un día en el que puedas comer algo que realmente te guste y que esté fuera del plan alimenticio de todos los días. Pero recuerda que es sólo un día!
5. La dieta no debe ser lo más importante de tu vida. Trata de encontrar otras cosas en las que puedas enfocar tu mente, que te permitan olvidar un poco el esfuerzo que estás haciendo y, principalmente, de cómo romperlo.
6. Muchas veces, cuando aparecen estos sentimientos de desesperación, es porque se acerca una gran pérdida de peso, es porque pronto notarás realmente en la balanza el fruto de tu trabajo. Por supuesto, esto no sucederá si te dejas dominar por la desesperación, así que debes mentalizarte en evitarla cueste lo que cueste, ya que puede ser tan sólo el preludio de un gran triunfo.
Una vez que has superado el mal día, tanto si fallas un poco como si pudiste mantenerte firme, debes continuar con tu dieta, ponerte nuevamente en carrera, y no permitir que un desliz arruine todo tu trabajo.
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